La luna llena de esta pasada Navidad es algo que no sucedía desde hace 38 años. Esta luna llena marca el principio y el final de algo muy diferente a lo anterior. Esta energía se hará notar también en el momento del cambio del año 2015 al 2016.
La entrada en el año 2016 ha sido con una sensación de “borrón y cuenta nueva” para dar paso a algo muy nuevo.
Con esta luna se concluye un año lleno de crueldad e injusticia entre los seres humanos. Y ahora la luna llena nos ha invitado a desprendernos de todo lo antiguo, lo que ya no nos sirve ni a nosotros ni a nuestra familia. Si consideramos que la Humanidad es una gran familia, estaríamos reflejando como seres espirituales una situación de destapar todos los trapos sucios y conflictos que existen en las familias y que se han puesto de manifiesto durante el 2015 en la Humanidad.
Si además tenemos en cuenta que este año el día de Navidad coincidieron el nacimiento de Cristo con el de Mahoma (algo que no sucedía desde el siglo XVI), se nos está pidiendo que nos esforcemos por limar todas las asperezas y contradicciones entre los partidarios de las dos diferentes creencias. Además de invitarnos a ver la Verdad.
Ha sido por tanto un momento de LIMPIEZA EMOCIONAL, ya sea para meditar, conectar con la naturaleza y el propio ser interior o para sanar viejas heridas llorando lo que aún queda pendiente.
Las viejas heridas a sanar tendrán mucha relación con la necesidad de LIMPIAR EL LINAJE GENÉTICO, después de pasar por una etapa en la que se nos invitó a aceptar los errores de nuestros ancestros. Por ello en algunas personas ha surgido la necesidad de llorar y de estar con la familia, para sentirse cuidados y protegidos.
Para realizar esa limpieza de linaje genético, es preciso conectar con la energía de la madre cósmica puesto que es el vientre de una madre el que unifica a sus hijos. La letra hebrea MEM es la energía más apropiada para ello ya que representa al útero de la madre cósmica.
Tras este proceso de sanación, buscaremos aliarnos con auténticos compañeros, amigos que están en un mismo nivel energético que nos impulsan hacia algo nuevo que nos corresponde desarrollar. El nuevo año 2016 presenta pues una ENERGÍA DE CAMBIOS que nos conviene abrazar.