Soy Laura Flames y esta es mi pasión

Acompañarte para crecer cuando la vida parece sin sentido o cuando sientes que hay algo más que alcanzar.

Cómo llegué hasta aquí

Mi vida está llena de historias curiosas, a veces duras, que han ido encajando y dando sentido a mi vida y a mi profesión. Al principio la mayoría parecían bromas del destino.

“Con el tiempo aprendí que nuestras MAYORES DIFICULTADES se acaban convirtiendo en nuestras MAYORES FORTALEZAS”.

Cada dificultad que viví era un entrenamiento para poder disfrutar de mi pasión: descifrar los misterios de la vida, aprender a transformar emociones y superar límites continuamente. Y convertirlo en mi profesión.

Mi proceso ha sido muy lento pero existía un motivo: recorrer el camino fijándome y memorizando cada detalle para poder orientar a otros según el tramo que deban recorrer. Los atajos son para ellos, no para mí. Y lo acepto.

Con 19 años mis canales espirituales se abrieron sin previo aviso

Llevaba años siendo escéptica, desilusionada con la religión. Y mi vida dio un vuelco. Experiencias de difícil explicación. La medicina convencional me puso una etiqueta que no me gustó nada.

Recibí instrucción directa de otros planos dimensionales sobre geometría, colores, energía masculina y femenina, noción del tiempo, cuántica, espiritualidad. Y sobre mi futuro y mi labor. Y me negué a aceptar mi misión y mis capacidades.

Quería una vida mucho más terrenal. Trabajé durante años en el mundo de la empresa multinacional llegando a un cargo directivo. Pero un día algo dentro de mí me dijo que eso no era lo que quería.

A los 33 años mi vida dio otro gran vuelco

Me divorcié, acababa de ser madre y dejé el mundo de la empresa. Todo a la vez. Y quería ayudar a otras personas, pero… ¿cómo? Me sentía sin rumbo.

Aposté por mi crecimiento personal decidida a resolver todo lo que no funcionaba en mi vida y en mis emociones. Me formé en todo aquello que me ayudó y empecé a aplicarlo a personas que pasaban por lo que yo ya había resuelto.

Acepté plenamente mis capacidades psíquicas, tímidamente desarrolladas hasta entonces, y me formé con grandes maestros.

Me topé con otro límite: algunas técnicas no funcionaban del todo en mí. Intuí que faltaba algo. Decidí usar mis capacidades psíquicas para descubrir esa parte velada.

Empecé a canalizar un nuevo método de crecimiento personal sin ser consciente de ello.

Cada ejercicio que recibía lo utilizaba en mí, comprobaba su efecto liberador y lo aplicaba a otras personas con resultados similares siempre.

Más adelante, mi hermana Mónica Flames, terapeuta y sanadora como yo, se unió a la tarea de canalizar el método e irnos sanando con él. Fuimos dirigidas para estructurarlo y divulgarlo.

Ha sido y sigue siendo un viaje fascinante que deseo compartir contigo en todo aquello que pueda serte útil.

Soy Laura Flames y esta es mi pasión

Acompañarte para crecer cuando la vida parece sin sentido o cuando sientes que hay algo más que alcanzar.

Cómo llegué hasta aquí

Mi vida está llena de historias curiosas, a veces duras, que han ido encajando y dando sentido a mi vida y a mi profesión. Al principio la mayoría parecían bromas del destino.

“Con el tiempo aprendí que nuestras MAYORES DIFICULTADES se acaban convirtiendo en nuestras MAYORES FORTALEZAS”.

Cada dificultad que viví era un entrenamiento para poder disfrutar de mi pasión: descifrar los misterios de la vida, aprender a transformar emociones y superar límites continuamente. Y convertirlo en mi profesión.

Mi proceso ha sido muy lento pero existía un motivo: recorrer el camino fijándome y memorizando cada detalle para poder orientar a otros según el tramo que deban recorrer. Los atajos son para ellos, no para mí. Y lo acepto.

Con 19 años mis canales espirituales se abrieron sin previo aviso

Llevaba años siendo escéptica, desilusionada con la religión. Y mi vida dio un vuelco. Experiencias de difícil explicación. La medicina convencional me puso una etiqueta que no me gustó nada.

Recibí instrucción directa de otros planos dimensionales sobre geometría, colores, energía masculina y femenina, noción del tiempo, cuántica, espiritualidad. Y sobre mi futuro y mi labor. Y me negué a aceptar mi misión y mis capacidades.

Quería una vida mucho más terrenal. Trabajé durante años en el mundo de la empresa multinacional llegando a un cargo directivo. Pero un día algo dentro de mí me dijo que eso no era lo que quería.

A los 33 años mi vida dio otro gran vuelco

Me divorcié, acababa de ser madre y dejé el mundo de la empresa. Todo a la vez. Y quería ayudar a otras personas, pero… ¿cómo? Me sentía sin rumbo.

Aposté por mi crecimiento personal decidida a resolver todo lo que no funcionaba en mi vida y en mis emociones. Me formé en todo aquello que me ayudó y empecé a aplicarlo a personas que pasaban por lo que yo ya había resuelto.

Acepté plenamente mis capacidades psíquicas, tímidamente desarrolladas hasta entonces, y me formé con grandes maestros.

Me topé con otro límite: algunas técnicas no funcionaban del todo en mí. Intuí que faltaba algo. Decidí usar mis capacidades psíquicas para descubrir esa parte velada.

Empecé a canalizar un nuevo método de crecimiento personal sin ser consciente de ello.

Cada ejercicio que recibía lo utilizaba en mí, comprobaba su efecto liberador y lo aplicaba a otras personas con resultados similares siempre.

Más adelante, mi hermana Mónica Flames, terapeuta y sanadora como yo, se unió a la tarea de canalizar el método e irnos sanando con él. Fuimos dirigidas para estructurarlo y divulgarlo.

Ha sido y sigue siendo un viaje fascinante que deseo compartir contigo en todo aquello que pueda serte útil.

Las relaciones con mis padres no habían sido fáciles nunca y no lograba solucionarlas a pesar de mi empeño. Hoy son maravillosas. Doy gracias a tenerlos como padres y a haber sido regalada con la técnica que me permitió sanar la relación con ellos.